Acabo de terminar la lectura (más bien la re-lectura) de " Stalingrado ", una de las obras más destacadas del historiador militar Antony Beevor. No me voy a detener en contar nada de la batalla, pues está muy bien contada en muchos sitios . Simplemente me gustaría destacar un detalle que me ha llamado poderosamente la atención, por el valor humano de la historia. En la Navidad de 1942 el VI ejército alemán está ya condenado, rodeado completamente por los rusos, escaso de municiones y suministros, con los soldados hambrientos y sin esperanza de rescate. El doctor Kurt Reuber, médico, teólogo y artista aficionado, dibuja en la parte trasera de un mapa ruso (el papel más grande que encontró) una virgen con niño, añadiendo la leyenda " 1942 asedio en Navidad. Luz - Vida - Amor. Fortaleza de Stalingrado". Pronto, su búnker se convirtió en un pequeño centro de peregrinación de soldados alemanes que iban a ver la obra, algunos a rezar y muchos a llorar recordando a los su
"La ideología es una camisa de fuerza que impide el fluir del libre pensamiento" (Américo Castro)