Ha sido una de las miniseries de más éxito de los últimos tiempos. Gambito de Dama cuenta la historia de Beth Harmon, una jugadora de ajedrez dotada de un talento extraordinario que inicia una carrera imparable en los años 50 y 60 del siglo pasado y, pese a algunos traspiés debidos más al alcohol y las drogas que al buen hacer de sus oponentes, se va imponiendo en todos los torneos y competiciones hasta que consigue derrotar nada menos que al campeón del mundo, un impecable y elegante Gran Maestro soviético llamado Borgov. Pero no, la sonrisa de Borgov al reconocer la victoria de su oponente no es realista. A pesar de que la serie está muy bien documentada y [nimios detalles aparte] refleja bastante bien el mundillo del ajedrez, hay un aspecto en el que peca de inocente. En la machista sociedad de mediados del siglo pasado, muchos jugadores, incluyendo sus compatriotas estadounidenses, no habrían aceptado con tanto donaire y cortesía la derrota. Yo creo que una Beth Harmon se habría e
"La ideología es una camisa de fuerza que impide el fluir del libre pensamiento" (Américo Castro)