Abro la carpeta que tengo en mi mesa desde poco antes de Navidad. Ahí he
guardado durante meses el itinerario de un viaje soñado y dos entradas para un
concierto. Las entradas están escritas en una lengua extraña y apenas entiendo
algunos detalles, como la fecha y hora (2020. Április 28. Kedd 20:00) y, por
supuesto, el nombre de quien iba a dar el concierto: Hauser, uno de los grandes
violonchelistas de la actualidad.
Hoy era el día en que mi mujer, Vicky, y yo debíamos estar desde las ocho
de la tarde en el Budapest Arena, en Hungría, disfrutando de un concierto a todas
luces excepcional. El concierto no ha sido cancelado, sino pospuesto. La nueva
cita es el 11 de octubre. ¡Vete tú a saber si en esas fechas podemos viajar!
Ya es mala suerte, digo yo, que siendo el primer viaje al extranjero que
habíamos planeado en mucho tiempo, nos haya tenido que caer encima el
coronavirus y nos haya boicoteado los planes.
Pero si bien es cierto que no puede haber nada comparable a un viaje y a la
experiencia en vivo de un espectáculo musical de primer nivel, afortunadamente
hay un premio de consolación. Hauser ha tenido la extraordinaria idea de grabar
un concierto en su Pula natal, en Croacia, y publicarlo en YouTube para
disfrute de la humanidad entera. El título “Alone, Together” (“Solos, Unidos”)
es muy significativo de lo que está ocurriendo y de cómo nos sentimos.
Es un programa corto, de apenas cinco piezas, pero muy bien seleccionadas.
- Benedictus (Karl Jenkins)
- Air on the G String (J. S. Bach)
- Intermezzo from Cavalleria Rusticana (Pietro Mascagni)
- Caruso (Lucio Dalla)
- Nessun Dorma (G. Puccini)
Yo lo he
hecho, dejando que la música fluya mientras escribo este artículo. Y así,
cuando llego a estas líneas finales, coincide que suenan de modo muy oportuno los
últimos acordes de Nessum Dorma, un auténtico llamamiento a la esperanza:
All'alba vinceró!
Vinceró, vinceró!
Que el día señalado era hoy y que estaba disponible este concierto en
YouTube me lo ha recordado una querida compañera de trabajo ¡Gracias! Ella
también tenía previsto acudir al concierto y habíamos medio quedado para cenar un
día de estos en Budapest. Será quizá en octubre.
No seáis perezosos, aprovechad que no hay novedad en el frente y poneos los
cascos para escuchar el concierto. Dormiréis mejor esta noche
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