Sin novedad en el frente. Diario del confinamiento, día 41: Sobre el día del libro y otras efemérides
Día extraño este 23 de abril. Es el día del libro y un día de especial
relevancia en Cataluña, Sant Jordi, donde la tradición quiere que aparte de
libros se regalen rosas. Es también San
Jorge, patrón de los Scouts –que si no fuera por el confinamiento estarían
todos de campamentos este fin de semana-. Por si eso no fuera suficiente, es el
Día
Internacional de las Niñas en las TIC (Tecnologías de la Información y las
Telecomunicaciones). Y, para añadir un poquito más de confusión, también es el
día de Aragón, cuyo patrón es, cómo no, San Jorge.
No os levantéis aún de la silla, que hay más. El 23 de abril también es el
día de Castilla y León, en conmemoración de la derrota de los comuneros en la Batalla de Villalar.
Es en este último hito en el que me voy a detener. Hoy es un día para
recomendar libros, y no tengo la osadía de recomendar uno para cada una de las
efemérides anteriores (más que nada, porque de alguna me tendría que inventar
el libro, a falta de lectura personal), pero justo sobre los comuneros comenté
uno hace algún tiempo en este mismo blog. Es ese libro: Los
Comuneros, de Joseph Pérez, el que yo recomiendo leer a todos en estos días
de confinamiento.
La derrota de Villalar es, creo, el hecho histórico más significativo y
peor estudiado e interpretado de la historia de España. En nuestros institutos
se pasa por este episodio –por toda la historia de los Comuneros- casi de
puntillas. Cierto que se lo estudian para la EVAU, pero teniendo en cuenta el
ritmo de absorción de contenidos –el programa va desde el primer homínido en la
península hasta nuestros días- es inviable dedicarle el tiempo de reflexión que
los acontecimientos merecen.
Villalar no es solo un hito castellano, ni una anécdota militar. Es la derrota
de la España emprendedora contra las oligarquías y los poderes establecidos, de
los artesanos y pequeños comerciantes contra los terratenientes y rentistas.
Los Comuneros, de haber salido victoriosos, podrían haber sido tan relevantes para
la historia de la humanidad en la España del Siglo XVI como lo fueron
protagonistas de la Revolución
Gloriosa en la Inglaterra del Siglo XVII. Los Comuneros podrían haber
establecido el germen de los primeros sistemas parlamentarios europeos… pero
fueron derrotados.
Es difícil saber hasta dónde podrían haber llegado en su presión para
imponer condiciones a los terratenientes y a la monarquía de Carlos V, y cómo
habría alterado una posible victoria la historia del país y de Europa. No es
fácil hacer historia-ficción. Pero sí es fácil entender que los equilibrios de poder
en el país habrían sido distintos durante los años subsiguientes, y que se
habrían protegido los intereses de la España más industriosa, y no los de la
más ociosa.
Así que, si alguna vez os preguntáis por qué España es como es, con sus
virtudes y con sus defectos, no olvidéis echar una mirada al pasado y detener
vuestra vista en los campos de Villalar, allá por el 23 de abril de 1521.
Y os sugiero que aprovechéis el confinamiento para leer este o cualquier
otro libro. Un hábito, el de la lectura, que personalmente tengo muy
descuidado, por desgracia. Pero le pondré remedio, empezando quizá esta misma
noche.
Pasadlo bien con las lecturas. Me despido sin nada que destacar en el
frente.
Artículos anteriores de la serie:
Comentarios
Aunque creo que el primer germen de un parlamento fue mucho antes en Islandia, ¿no?