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Sin novedad en el frente. Diario del confinamiento, día 14: Seguid cantando


Leo, con enorme interés, la carta desde el futuro que una escritora italiana ha enviado al pueblo británico. En ella, Francesca Melandri, una novelista que yo no conocía, pero que es popular en Italia, hace un relato nada dramático, pero sí realista, de lo que pueden esperar los que acaban de iniciar sus procesos de confinamiento. Francesca lleva tres semanas encerrada en su casa de Roma. En el norte del país, llevan cuatro. En España vamos a completar dos semanas (este relato diario comenzó un día antes de que el confinamiento fuese obligatorio), aunque yo llevo casi tres, porque un resfriado me obligó a encerrarme unos días antes.

No voy a detallar lo que cuenta esta escritora, pues una traducción automática con Google servirá para todo aquel que no pueda leer inglés y esté interesado. Pero dado que tengo un pequeño, pero entusiasta grupo de lectores en mi amada Argentina, sí que me voy a permitir ofrecer algunas pinceladas de lo que se avecina.

La impresión que tenemos aquí es que Argentina lo está haciendo bien, al menos mejor que otros. Quizá por los enormes vínculos que tiene su población con España y con Italia, están entendiendo la amenaza con un poco más de anticipación que el resto. Las medidas se han empezado a tomar con un número relativamente bajo de casos. Con un poco de suerte, y con mucha disciplina social, el impacto será menor que en otros países. Así al menos lo deseo.

Una cosa que hay que saber es que esto va por fases. Describo someramente las que hemos vivido aquí: primero no nos lo creemos del todo, es una amenaza lejana que parece que no nos va a tocar. Luego empieza el confinamiento, y circulan muchas bromas por internet. Y hay también una explosión de canciones desde las ventanas, juegos vecinales e iniciativas culturales y musicales. Eso sirve para aliviar la tensión, provocar risas y generar un espíritu solidario. Y es bueno, porque nos hace falta reír y aprender a disfrutar de las pequeñas cosas de la vida.

Pero todo eso desciende después, cuando la realidad golpea. Y para eso hay que estar mentalmente preparado. La realidad se manifiesta en hospitales desbordados y en el hecho de que empezamos a conocer los nombres y apellidos de personas directamente afectadas.

Yo creo que para prepararse mentalmente hay que seguir cantando.

Cantando al sol como la cigarra, después de un año bajo la tierra, igual que sobreviviente que vuelve de la guerra.




Este vídeo, en el que han colaborado más de una treintena de artistas argentinos, me ha parecido una auténtica maravilla. Forma parte de esa explosión de creatividad que va asociada a los momentos críticos de la historia. La canción, compuesta por la genial Maria Elena Walsh y popularizada por la también genial Mercedes Sosa, puede y debe ser el himno de estos tiempos de incertidumbre que nos ha tocado vivir.

Por favor, seguid cantando.

Hoy, por fortuna, tampoco hay novedad en el frente.

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