He leído con placer Un día de cólera, de Arturo Pérez Reverte. Este autor no es santo de mi devoción, la verdad. En su día leí varias de sus novelas que simplemente me parecieron entretenidas y bastante intrascendentes. No me parece un escritor particularmente brillante aunque sí un digno contador de relatos.
Con este libro en particular, sin embargo, lo he pasado francamente bien. El propio autor indica que no se trata realmente de una novela. Es más bien una recopilación de experiencias y testimonios reales de aquel día contados como una crónica periodística en la que se entremezclan algunas licencias literarias (diálogos reconstruidos o inventados, descripciones más o menos lustrosas, etcétera). Y está contado con el suficiente donaire y ritmo como para construir un conjunto bastante vibrante, en el que uno siente por momentos la intensidad brutal de aquel día.
La edición que he leído venía con un segundo libro titulado Memorias del 2 de Mayo, en este caso una recopilación de testimonios de algunos de los protagonistas de aquel día. Yo tuve la buena fortuna de empezar por este libro secundario, por lo que al leer el relato de Pérez Reverte pude apreciar que se ha mantenido muy fiel a los hechos reales, lo cual me agrada.
Por lo tanto, la obra de Pérez Reverte, si bien no es un libro de historia propiamente dicho, es bastante útil para aquellos que queremos aprender un poco más de la historia de aquellos días.
La sensación que me ha quedado después de leer ambos libros es que se trató de una época particularmente cruel, en la que la incapacidad de muchos para entender lo que estaba sucediendo y actuar en consecuencia condujo a tremendos desastres. He aquí algunos de los errores que considero fundamentales entre los protagonistas de aquellos días:
- Murat, Duque de Berg y responsable de las tropas francesas de Madrid y de la represión: de acuerdo con el testimonio de uno de sus oficiales de Estado Mayor, el Barón de Marbot, no llegó a entender que lo de Madrid era el preludio de grandes y nuevos conflictos en toda España. Pensó que con reprimir al populacho la cosa quedaba controlada y se equivocó.
- Napoleón: no se conformó con tener un estado títere manteniendo la monarquía borbónica. Su empeño en sustituir a Fernando VII fue suicida.
- Fernando VII: da la sensación de que no se enteró ni del nodo.
- Daoíz y Velarde: o no quisieron o no supieron ver que no se les iba a sumar nadie en el Ejército español. La historiografía española los ha tratado como héroes, pero igual podrían haber pasado por traidores si la fortuna de Napoleón hubiese sido distinta.
- Ejército español: su papel durante el levantamiento de Madrid fue penoso. No digo yo que hubiese sido sensato enfrentarse a los franceses (que habría sido una locura), pero al menos los oficiales deberían haber intentado interponer las tropas españolas entre los franceses y los levantiscos, tratando de reducir la matanza en uno y otro bando.
Sobre el libro de Pérez Reverte sólo debo hacer una crítica. En su afán por rendir homenaje a los participantes en aquella jornada incluye muchos pasajes que no son más que listados de nombres y profesiones, por ejemplo:
"Abastecen así el cañón del teniente Arango, que sigue enfilando la calle de San Pedro servido por el artillero Antonio Martín Magdalena, al que ayudan con la lanada y los espeques los vecinos Juan González, la mujer de éste, Clara del Rey, y sus hijos Juanito, de diecinueve años, Ceferino, de diecisiete, y Estanislao, de quince".Este párrafo lo he sacado al azar abriendo el libro al buen tuntún. Aparecen siete personajes nombrados de los cuáles sólo uno, el teniente Arango, juega un papel relevante en el resto del relato (aunque sí me ha resultado curioso que aparezca Clara del Rey, por ser una conocida calle de Madrid). En todo caso, hay docenas de párrafos por el estilo en el libro. Se podrían haber ahorrado una cincuentena de páginas simplemente reduciendo estas eternas enumeraciones de personajes.
Por lo demás, recomiendo sin dudarlo la lectura del libro.
Comentarios
Este que dices es un recurso literirario muy, pero que muy habitual, de autores como por ejemplo Camilo José Cela o Paco Umbral. El problema de este recurso es que es muy difícil hacerlo bien. Segundo problema: que Pérez Reverte (¡un buen tipo y buen escritor!) no le llega a las suelas de los zapatos a Cela o Umbral. ¡Qué le vamos a hacer!
Saludos,
Fernando Montero
blogdeperiodismocreativo.wordpress.com
Probablemente yo estoy demasiado influido por mi gusto por la historia. Así, el libro me ha resultado atractivo.
Entiendo que lo que para mí es un relato emocionante, para otros sea una castaña.