Normalmente me acerco con muchas precauciones a la novela histórica. Hay ciertos elementos comunes a este tipo de obras que me incomodan bastante. Por ejemplo, en muchas de ellas el autor interrumpe el fascinante relato histórico para enchufar una escena entre personajes secundarios que no viene a cuento (ni la escena, ni los personajes). En otras novelas, el autor se empeña tanto en demostrar lo bien que se ha documentado para la ocasión que no pierde oportunidad de endiñar al lector párrafos y párrafos de aburridas descripciones ricas en detalles nimios.
Eso le ocurre, por ejemplo, a toda la saga de El clan del oso cavernario y sus secuelas, hay veces en que uno no sabe si está leyendo una novela histórica (prehistórica en este caso) o un tratado de botánica y geología. En la interminable serie de novelas medievales es curioso observar cómo los escritores se empeñan en contarnos detalles absurdos sobre técnicas para construir catedrales o sobre las costumbres culinarias de la época.
Por eso es de agradecer una novela histórica en la que el autor se toma la molestia de ir desgranando sus conocimientos poco a poco, según vienen a cuento para entender una u otra escena del libro. Este es el caso de Salamina, una novela de Javier Negrete. El autor demuestra saber un mundo sobre la historia, la mitología y las costumbres griegas (y también de las persas, por cierto), pero no aturulla al lector con su sapiencia. Simplemente, va integrando esos conocimientos en una obra fluida en la que el devenir de los acontecimientos y el desarrollo de los personajes (prácticamente todos históricos) es el motivo principal del libro.
Y se trata de acontecimientos y de personajes de particular relevancia y de interés para cualquiera que esté interesado en la historia de las guerras médicas. El desarrollo de la novela se centra en cuatro acontecimientos bélicos fundamentales: las batallas de Maratón, las Termópilas, Artemisio y Salamina. Esta última representa, claro está, el clímax final de la obra.
Una curiosidad, Negrete no puede evitar utilizar algunos viejos trucos de best-seller. Así, se introducen unas cuantas escenas de sexo en la obra vengan o no vengan a cuento. Pero aunque a lo largo del libro se mencionan varias veces las costumbres homosexuales de los griegos, todas las escenas de sexo son hombre-mujer.
Hay algunos detalles que también me han resultado muy atractivos. Por ejemplo, la batalla de las Termópilas no está descrita, como suele ser habitual, desde el punto de vista de los griegos, sino que la narración está centrada en los persas que ven cómo sus oleadas de ataques contra los espartanos y sus aliados se estrellan una y otra vez contra un pequeño, pero eficiente, muro de escudos y lanzas. Es una perspectiva que me ha resultado curiosa.
En resumen, que recomiendo la lectura de esta novela bien hilvanada, bien documentada y bien construida.
Eso le ocurre, por ejemplo, a toda la saga de El clan del oso cavernario y sus secuelas, hay veces en que uno no sabe si está leyendo una novela histórica (prehistórica en este caso) o un tratado de botánica y geología. En la interminable serie de novelas medievales es curioso observar cómo los escritores se empeñan en contarnos detalles absurdos sobre técnicas para construir catedrales o sobre las costumbres culinarias de la época.
Por eso es de agradecer una novela histórica en la que el autor se toma la molestia de ir desgranando sus conocimientos poco a poco, según vienen a cuento para entender una u otra escena del libro. Este es el caso de Salamina, una novela de Javier Negrete. El autor demuestra saber un mundo sobre la historia, la mitología y las costumbres griegas (y también de las persas, por cierto), pero no aturulla al lector con su sapiencia. Simplemente, va integrando esos conocimientos en una obra fluida en la que el devenir de los acontecimientos y el desarrollo de los personajes (prácticamente todos históricos) es el motivo principal del libro.
Y se trata de acontecimientos y de personajes de particular relevancia y de interés para cualquiera que esté interesado en la historia de las guerras médicas. El desarrollo de la novela se centra en cuatro acontecimientos bélicos fundamentales: las batallas de Maratón, las Termópilas, Artemisio y Salamina. Esta última representa, claro está, el clímax final de la obra.
Una curiosidad, Negrete no puede evitar utilizar algunos viejos trucos de best-seller. Así, se introducen unas cuantas escenas de sexo en la obra vengan o no vengan a cuento. Pero aunque a lo largo del libro se mencionan varias veces las costumbres homosexuales de los griegos, todas las escenas de sexo son hombre-mujer.
Hay algunos detalles que también me han resultado muy atractivos. Por ejemplo, la batalla de las Termópilas no está descrita, como suele ser habitual, desde el punto de vista de los griegos, sino que la narración está centrada en los persas que ven cómo sus oleadas de ataques contra los espartanos y sus aliados se estrellan una y otra vez contra un pequeño, pero eficiente, muro de escudos y lanzas. Es una perspectiva que me ha resultado curiosa.
En resumen, que recomiendo la lectura de esta novela bien hilvanada, bien documentada y bien construida.
Comentarios
Le he regalado este libro (Salamina) a mi hermano menor y le encanto. pero dice que tiene muchos personajes y le gustaria saber si alguien ya ha hcecho una lista de los personajes y una corta descripcion de ellos y si pudieran compartirla con nosotros.
Gracias
Lamento decir que yo no he hecho tal lista.
Saludos.