Eduardo Mendoza siempre tiene gracia escribiendo, así que se puede pasar un buen rato leyendo El asombroso viaje de Pomponio Flato. Pero en términos generales me ha parecido flojillo. Es simplemente un relato de humor intrascendente ambientado en la infancia de Jesús y el entorno de su familia. No llega a ser provocativo, por lo que me da la sensación de que le falta chicha, aunque me parece comprensible que el autor no haya querido sobrepasar determinadas fronteras.
"La ideología es una camisa de fuerza que impide el fluir del libre pensamiento" (Américo Castro)
Comentarios
En cuanto al libro de Mendoza, empecé a ojearlo (u hojearlo, nunca sé qué es lo correcto) en casa de una amiga y me gustó porque no pretendía ser gracioso desde la primera línea (como en el petardo de "La aventura del tocador de señoras"). Mendoza es un poco como Woody Allen. Sabes que su mejor época ha pasado pero sigue apeteciendo echarle un vistazo.
Miguel Ruiz
Sí, he decidido revitalizar un poco mi agonizante blog. Es una criaturita a la que le tengo cariño, pero no creo que pueda mantener un ritmo fuerte de artículos.
En todo caso, sí, Eduardo Mendoza tiene bastante oficio como para que un libro suyo resulte grato, aunque no sea de lo mejor.
Un saludo.