Caissa, la insaciable diosa del ajedrez, es una dama caprichosa y exigente. Cuando uno de sus fieles es ungido por su mano, y Bobby Fischer sin duda lo fue, el genio y el talento convierten al agraciado en un héroe, casi un semidiós. Cohortes de aficionados adorarán al afortunado, reproducirán sus partidas sin descanso, se maravillarán de sus combinaciones y victorias y se lamentarán con sus derrotas.
Pero el don de Caissa tiene un precio. En algunos casos en forma de familias rotas, en otros en forma de soledad, de vidas desorganizadas... En el caso de Bobby Fischer el precio no fue sólo una vida agitada y en muchos casos solitaria. Caissa puso a Bobby al borde de la locura, si es que no le hizo entrar en ella de pleno.
Cuenta el Gran Maestro estadounidense Andy Soltys en uno de sus libros que, cuando Fischer era un joven de talento, amigos suyos consideraron ya la posibilidad de proporcionarle ayuda psiquiátrica. Entonces alguien dijo "¿Y qué haremos si Bobby mejora y decide dejar de jugar al ajedrez?". La conversación finalizó en ese momento y nadie volvió a plantear el tema.
Es difícil determinar si Bobby Fischer ha sido el jugador de ajedrez más grande de todos los tiempos. Los datos favorecen más bien a Kasparov. Si le preguntas a los aficionados, muchos mencionarán al legendario Capablanca, algunos a Mijail Tahl y otros recordarán la grandeza romática de Paul Morphy. A mí siempre me ha gustado Lasker.
Pero lo que es indiscutible es que Fischer es el jugador de ajedrez más famoso y legendario. Y, como dice un compañero de mi club de ajedrez, también es el jugador que más ha hecho por este juego. Hay un antes y un después de Fischer. Tras su aparición hubo más dinero y recursos para los torneos y encuentros de profesionales, surgieron patrocinadores y cientos de miles de personas en todo el mundo empezaron a interesarse por el ajedrez.
Ha muerto Robert James Fischer, Bobby para sus amigos, para sus enemigos y para todo el mundo. ¡Que Caissa le guarde un sitio de honor en el panteón de los más grandes!
Nota adicional para los fanáticos de la Web 2.0: la Wikipedia en español ya está actualizada con la información sobre su muerte (son las 14:48). El artículo en la Wikipedia en inglés todavía no (aunque es un artículo mucho más desarrollado y completo). Probablemente será editado en cuestión de horas, o de minutos.
Pero el don de Caissa tiene un precio. En algunos casos en forma de familias rotas, en otros en forma de soledad, de vidas desorganizadas... En el caso de Bobby Fischer el precio no fue sólo una vida agitada y en muchos casos solitaria. Caissa puso a Bobby al borde de la locura, si es que no le hizo entrar en ella de pleno.
Cuenta el Gran Maestro estadounidense Andy Soltys en uno de sus libros que, cuando Fischer era un joven de talento, amigos suyos consideraron ya la posibilidad de proporcionarle ayuda psiquiátrica. Entonces alguien dijo "¿Y qué haremos si Bobby mejora y decide dejar de jugar al ajedrez?". La conversación finalizó en ese momento y nadie volvió a plantear el tema.
Es difícil determinar si Bobby Fischer ha sido el jugador de ajedrez más grande de todos los tiempos. Los datos favorecen más bien a Kasparov. Si le preguntas a los aficionados, muchos mencionarán al legendario Capablanca, algunos a Mijail Tahl y otros recordarán la grandeza romática de Paul Morphy. A mí siempre me ha gustado Lasker.
Pero lo que es indiscutible es que Fischer es el jugador de ajedrez más famoso y legendario. Y, como dice un compañero de mi club de ajedrez, también es el jugador que más ha hecho por este juego. Hay un antes y un después de Fischer. Tras su aparición hubo más dinero y recursos para los torneos y encuentros de profesionales, surgieron patrocinadores y cientos de miles de personas en todo el mundo empezaron a interesarse por el ajedrez.
Ha muerto Robert James Fischer, Bobby para sus amigos, para sus enemigos y para todo el mundo. ¡Que Caissa le guarde un sitio de honor en el panteón de los más grandes!
Nota adicional para los fanáticos de la Web 2.0: la Wikipedia en español ya está actualizada con la información sobre su muerte (son las 14:48). El artículo en la Wikipedia en inglés todavía no (aunque es un artículo mucho más desarrollado y completo). Probablemente será editado en cuestión de horas, o de minutos.
Comentarios
JM
Cuenta del match del siglo, que mientras Boris Spassky se encerraba con 30 ajedrecistas para analizar cada jugada de su adversario, Bobby Fischer lo dejaba todo y se iba a jugar a los bolos.