Parece ser que en Valencia se ha producido un alarmante aumento de ejecuciones hipotecarias por impago. El crecimiento ha sido del 75%, lo cual parece una incremento realmente elevado. En cifras absolutas se ha pasado de 301 procedimientos en 2006 a 528 en 2007. No me parecen cifras demasiado altas, la verdad, pero tampoco conozco las cifras de otros periodos como para hacer comparaciones.
Me llama mucho la atención, sin embargo, la declaración del consejero de Justicia de la Generalitat Valenciana:
Todos los que compramos vivienda somos mayores de edad y somos los responsables directos de nuestros actos. Tomar la decisión de comprar un piso con una hipoteca que nos sitúa al límite de nuestros recursos puede ser una decisión irresponsable, máxime si estamos tocando ese límite cuando los tipos de interés tocan el suelo. Cualquier subida de tipos nos deja fuera de juego.
Y no, la culpa de eso no la tiene el Gobierno ni el Banco Central Europeo. La culpa de eso la tienen las personas adultas que no son capaces de pensar ni de imaginar cómo un cambio de escenario económico les podría afectar personalmente. La información necesaria para imaginar ese futuro es pública, se imprime a diario en periódicos y circula por Internet sin traba alguna.
Me llama mucho la atención, sin embargo, la declaración del consejero de Justicia de la Generalitat Valenciana:
La economía no es tan boyante como se empeña en transmitir el Gobierno de Zapatero. Es evidente que los ciudadanos están padeciendo ya las consecuencias de una mala gestión económica.Lo cual implica que la culpa de que suban los tipos de interés la tiene el Gobierno español, cosa harto discutible. Y también implica que el hecho de que alguien no pueda hacer frente a sus compromisos es algo causado por los gobiernos, sin tener en cuenta la posibilidad de que esos ciudadanos hayan podido tomar una decisión personal errónea a la hora de comprar una vivienda.
Todos los que compramos vivienda somos mayores de edad y somos los responsables directos de nuestros actos. Tomar la decisión de comprar un piso con una hipoteca que nos sitúa al límite de nuestros recursos puede ser una decisión irresponsable, máxime si estamos tocando ese límite cuando los tipos de interés tocan el suelo. Cualquier subida de tipos nos deja fuera de juego.
Y no, la culpa de eso no la tiene el Gobierno ni el Banco Central Europeo. La culpa de eso la tienen las personas adultas que no son capaces de pensar ni de imaginar cómo un cambio de escenario económico les podría afectar personalmente. La información necesaria para imaginar ese futuro es pública, se imprime a diario en periódicos y circula por Internet sin traba alguna.
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