Josu publica hoy en Malaprensa una captura de pantalla de lo más reveladora.
Entre lo más leído de elpais.es se encuentran destacadas varias noticias sobre la muerte de Érika Ortiz, la renuncia de Buenafuente a un premio de radio porque también lo recibe Federico Jiménez Losantos y la reacción de Luis del Olmo y la muerte de una ex modelo de Play Boy. También una noticia de Fernando Alonso y su nuevo coche. Sólo una información entre las 10 primeras es de política, y además es cansina, no es realmente una novedad.
Cuando veo este tipo de cosas siempre recuerdo el día de la muerte de Lady Di (en mi opinión ese fue el día en que definitivamente se jodió la prensa). El País le dedicó al suceso 10 páginas enteras de su sección de Internacional. No 10 páginas de Sociedad, ni un despliegue especial en la zona de obituarios, no. En la muy valorada sección de Internacional.
También le dedicó la portada prácticamente entera y la contraportada.
Yo no dudo que fuese la noticia del día, pero ¡12 páginas al día siguiente! ¡Cuando todavía se sabía bastante poco de las circunstancias del suceso! Era imposible contar tantas cosas y sin embargo lo hicieron (lógicamente, había repeticiones y reiteraciones hasta el aburrimiento).
Otros medios también hicieron coberturas desmesuradas.
¿Por qué hizo un despliegue así El País? Creo que la respuesta está en la selección de noticias que Josu ha detectado hoy. Porque en las redacciones saben que eso es lo que quiere leer mucha, muchísima gente.
Pero, en mi modesta opinión, el papel de la prensa no consiste sólo en darle a los lectores lo que éstos quieren leer, sino en informarles de las cosas que es importante que lean porque tienen trascendencia. Es decir, que los medios de comunicación nos tienen que contar cosas que realmente no nos apetece leer, ver ni escuchar, pero que como ciudadanos debemos conocer.
En eso, creo yo, consiste el trabajo de hacer una buena valoración de la información, no en darle páginas (o minutos en la tele y la radio) al tema que esté más de moda o al que genere más lágrimas.
Entre lo más leído de elpais.es se encuentran destacadas varias noticias sobre la muerte de Érika Ortiz, la renuncia de Buenafuente a un premio de radio porque también lo recibe Federico Jiménez Losantos y la reacción de Luis del Olmo y la muerte de una ex modelo de Play Boy. También una noticia de Fernando Alonso y su nuevo coche. Sólo una información entre las 10 primeras es de política, y además es cansina, no es realmente una novedad.
Cuando veo este tipo de cosas siempre recuerdo el día de la muerte de Lady Di (en mi opinión ese fue el día en que definitivamente se jodió la prensa). El País le dedicó al suceso 10 páginas enteras de su sección de Internacional. No 10 páginas de Sociedad, ni un despliegue especial en la zona de obituarios, no. En la muy valorada sección de Internacional.
También le dedicó la portada prácticamente entera y la contraportada.
Yo no dudo que fuese la noticia del día, pero ¡12 páginas al día siguiente! ¡Cuando todavía se sabía bastante poco de las circunstancias del suceso! Era imposible contar tantas cosas y sin embargo lo hicieron (lógicamente, había repeticiones y reiteraciones hasta el aburrimiento).
Otros medios también hicieron coberturas desmesuradas.
¿Por qué hizo un despliegue así El País? Creo que la respuesta está en la selección de noticias que Josu ha detectado hoy. Porque en las redacciones saben que eso es lo que quiere leer mucha, muchísima gente.
Pero, en mi modesta opinión, el papel de la prensa no consiste sólo en darle a los lectores lo que éstos quieren leer, sino en informarles de las cosas que es importante que lean porque tienen trascendencia. Es decir, que los medios de comunicación nos tienen que contar cosas que realmente no nos apetece leer, ver ni escuchar, pero que como ciudadanos debemos conocer.
En eso, creo yo, consiste el trabajo de hacer una buena valoración de la información, no en darle páginas (o minutos en la tele y la radio) al tema que esté más de moda o al que genere más lágrimas.
Comentarios
El reclamo ético surge cuando uno piensa que hoy en día son los medios los que hacen el relato de lo que sucede. Lo que ellos no cuentan no existe.