En los últimos tiempos mucha gente habla de blogs, Web 2.0, wikis, redes sociales, YouTube, podcasting y otros tantos canales de comunicación.
La oleada de información sobre lo relevantes que son estos canales en la comunicación moderna es casi enfermiza. Hay blogs que hablan de blogs que hablan de otros blogs que hablan de la capacidad de los blogs para comunicar cosas sobre blogs...
Y poca gente aprecia que lo relevante es que lo que se escriba en un blog capte la atención de alguien, aunque sea un reducido grupo de lectores.
En un artículo que destaca por la claridad de ideas, Julio Alonso nos recuerda que lo importante son los contenidos. Es decir, que la gente se queda a leer algo en Internet, simplemente porque le gusta, no porque sea un blog.
La oleada de información sobre lo relevantes que son estos canales en la comunicación moderna es casi enfermiza. Hay blogs que hablan de blogs que hablan de otros blogs que hablan de la capacidad de los blogs para comunicar cosas sobre blogs...
Y poca gente aprecia que lo relevante es que lo que se escriba en un blog capte la atención de alguien, aunque sea un reducido grupo de lectores.
En un artículo que destaca por la claridad de ideas, Julio Alonso nos recuerda que lo importante son los contenidos. Es decir, que la gente se queda a leer algo en Internet, simplemente porque le gusta, no porque sea un blog.
... cada vez más gente usa internet para formarse una opinión sobre multitud de cosas. Entre ellas sobre los productos que va a comprar o no. Resulta que cada vez más gente decide qué comprar o que no comprar influenciada, entre otros factores, por lo que lee sobre ellos en internet. Que luego sea en blogs, en foros, en comparadores de precios o en el messanger de su prima es lo de menos.Me recuerda a una crítica que hacía un profesional de comunicación estadounidense (no recuerdo ahora quién) sobre la obsesión que les había entrado a muchos otros comunicadores: que el CEO tuviese un blog para la comunicación interna. Advertía este profesional que canales no han faltado nunca, que lo que faltan son cosas que contar. De nada sirve que el CEO tenga un blog, una newsletter por e-mail o una enciclopedia entera a su disposición si no tiene nada interesante que compartir con sus lectores.
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