He aquí un artículo interestante de Wonka sobre el envejecimiento de la población y las implicaciones en las pensiones.
Yo añado un par de elementos para el análisis.
El envejecimiento de la población no sólo producirá problemas en el sistema de pensiones (como ha dicho uno de los comentaristas, probablemente no será una quiebra, sino una reducción de pensiones en términos reales), también tendrá un impacto fuerte en el mercado laboral. Con los baby-boomers jubilados (yo entre ellos), a las empresas les será más difícil encontrar profesionales y subirán los costes empresariales, además de que habrá presión para subir cotizaciones y mantener al gran número de jubilados. Puede haber una seria pérdida de competitividad empresarial
Difícilmente se podrá subsanar este problema con trabajo inmigrante. Generalmente los inmigrantes ocupan los puestos más bajos de la escala laboral (con escasa aportación al erario público y la Seguridad Social y altas demandas de servicios sanitarios, educativos...). Hasta que no han pasado dos o tres generaciones no hay una incorporación de este grupo social al trabajo más cualificado que, por lo tanto, contribuye más al sistema.
Si hay un descenso real de la población, es muy probable que baje el precio de la vivienda a largo plazo. Invertir en ladrillos puede no ser una buena idea ni una alternativa a los planes de pensiones privados.
Un duro panorama, sin duda.
Yo añado un par de elementos para el análisis.
El envejecimiento de la población no sólo producirá problemas en el sistema de pensiones (como ha dicho uno de los comentaristas, probablemente no será una quiebra, sino una reducción de pensiones en términos reales), también tendrá un impacto fuerte en el mercado laboral. Con los baby-boomers jubilados (yo entre ellos), a las empresas les será más difícil encontrar profesionales y subirán los costes empresariales, además de que habrá presión para subir cotizaciones y mantener al gran número de jubilados. Puede haber una seria pérdida de competitividad empresarial
Difícilmente se podrá subsanar este problema con trabajo inmigrante. Generalmente los inmigrantes ocupan los puestos más bajos de la escala laboral (con escasa aportación al erario público y la Seguridad Social y altas demandas de servicios sanitarios, educativos...). Hasta que no han pasado dos o tres generaciones no hay una incorporación de este grupo social al trabajo más cualificado que, por lo tanto, contribuye más al sistema.
Si hay un descenso real de la población, es muy probable que baje el precio de la vivienda a largo plazo. Invertir en ladrillos puede no ser una buena idea ni una alternativa a los planes de pensiones privados.
Un duro panorama, sin duda.
Comentarios
Llegué a tu blog a través del gran Wonka (Pistas).
"Difícilmente se podrá subsanar este problema con trabajo inmigrante. Generalmente los inmigrantes ocupan los puestos más bajos de la escala laboral (con escasa aportación al erario público y la Seguridad Social y altas demandas de servicios sanitarios, educativos...). Hasta que no han pasado dos o tres generaciones no hay una incorporación de este grupo social al trabajo más cualificado que, por lo tanto, contribuye más al sistema".
Exacto, sobre todo en Europa. La migración a los EEUU es algo más variada.
La única solución sería implementar una política de inmigración destinada a captar a los mejores. Algo en lo que está empenada Alemania desde que a Schröder se lo ocurrió ofrecer green cards a granel a los expertos en computación que, sin embargo, se mantuvieron en grandes proporciones, alejados de Alemania. Evidentemente, prefieren a los EEUU.
Pero fue un intento. Y en la dirección -a mi modo de ver- adecuada.
Sobre el precio de las viviendas, mira: http://alemaniasociedad.blogspot.com/2006/02/el-volumen-de-las-herencias-y-el.html