Existe cierta tendencia entre los bloggers a sobreestimar el valor real de esta herramienta. El artículo de Enrique Dans titulado "Las Noticias Vuelan", y la cascada de comentarios que ha generado es un buen punto de partida para hacer una reflexión sobre lo que se ha venido en llamar periodismo ciudadano.
En primer lugar, hay que matizar que probablemente los veintitantos millones de blogs que se suponen que hay en el mundo no son reales. Muchos miles de ellos, probablemente algunos millones, son meras pruebas. Es decir, gente que inició un blog para ver cómo era el tema y luego no ha continuado publicando.
En segundo lugar, muchísimos bloggers no tienen la más mínima intención de convertirse en periodistas. Simplemente comentan lo que ven en las noticias o leen en otros medios. Es decir, no se anticipan ni crean información. Bloguean para divertirse o para comentar temas de su interés con gente afín.
Además hay que tener en cuenta que los problemas de falta de rigor en las informaciones periodísticas se pueden acentuar en la blogosfera. Los medios tradicionales, aunque fallan con frecuencia, al menos son conscientes de que deben contrastar las informaciones.
Y lo más importante. Aunque ocasionalmente algún blogger sea más rápido que los medios de comunicación tradicionales y pueda informar de la noticia antes que los periódicos y radios, la fuerza del impacto es necesariamente menor. Cierto que lo que comenta un blogger se puede reproducir por ósmosis (cortar y pegar, comentar, trackbackear...) a lo largo y ancho de la blogosfera, pero para alcanzar millones de oyentes, lectores o espectadores los medios tradicionales siguen teniendo ventaja.
Todo esto me recuerda un poco a la historia de Kryptonite, una empresa que se enfrentó a una seria crisis tras detectar un blogger que uno de sus candados de seguridad se podía abrir con un bolígrafo. Cierto que la crisis se generó en la blogosfera, pero como comenta su directora de comunicación, Donna M. Tocci, considerar que con un blog la empresa habría podido hacer frente a la crisis resulta un tanto ingenuo.
Los blogs son muy relevantes en el complejo mundo de las comunicaciones. Fundamentalmente por su capacidad para ayudar a establecer relaciones y vínculos con gente que comparte áreas de interés, pero no son tan poderosos como para sustituir a los medios tradicionales de comunicación y marketing.
En primer lugar, hay que matizar que probablemente los veintitantos millones de blogs que se suponen que hay en el mundo no son reales. Muchos miles de ellos, probablemente algunos millones, son meras pruebas. Es decir, gente que inició un blog para ver cómo era el tema y luego no ha continuado publicando.
En segundo lugar, muchísimos bloggers no tienen la más mínima intención de convertirse en periodistas. Simplemente comentan lo que ven en las noticias o leen en otros medios. Es decir, no se anticipan ni crean información. Bloguean para divertirse o para comentar temas de su interés con gente afín.
Además hay que tener en cuenta que los problemas de falta de rigor en las informaciones periodísticas se pueden acentuar en la blogosfera. Los medios tradicionales, aunque fallan con frecuencia, al menos son conscientes de que deben contrastar las informaciones.
Y lo más importante. Aunque ocasionalmente algún blogger sea más rápido que los medios de comunicación tradicionales y pueda informar de la noticia antes que los periódicos y radios, la fuerza del impacto es necesariamente menor. Cierto que lo que comenta un blogger se puede reproducir por ósmosis (cortar y pegar, comentar, trackbackear...) a lo largo y ancho de la blogosfera, pero para alcanzar millones de oyentes, lectores o espectadores los medios tradicionales siguen teniendo ventaja.
Todo esto me recuerda un poco a la historia de Kryptonite, una empresa que se enfrentó a una seria crisis tras detectar un blogger que uno de sus candados de seguridad se podía abrir con un bolígrafo. Cierto que la crisis se generó en la blogosfera, pero como comenta su directora de comunicación, Donna M. Tocci, considerar que con un blog la empresa habría podido hacer frente a la crisis resulta un tanto ingenuo.
Los blogs son muy relevantes en el complejo mundo de las comunicaciones. Fundamentalmente por su capacidad para ayudar a establecer relaciones y vínculos con gente que comparte áreas de interés, pero no son tan poderosos como para sustituir a los medios tradicionales de comunicación y marketing.
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